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Alabado por el mundo entero, el Teatro Colón fue considerado uno de los cinco teatros más extraordinarios del mundo durante muchos años, pero no fue hasta finales de 2018 que el coliseo argentino escaló posiciones para convertirse en el teatro más importante de todos los tiempos. Pensado para nutrir la oferta cultural ante la ola migratoria de italianos, en pleno auge del modelo agroexportador que incentivaba la llegada de la clase media del viejo continente donde la Ópera era el entretenimiento predilecto.

1857 fue el año de apertura de la institución, su ubicación original frente a Casa Rosada, como bien lo marca la tradición en el mundo entero, la planificación urbana de las ciudades se desarrolla en la construcción de sus más gloriosos edificios alrededor de la plaza pública. La casa de gobierno, el cabildo, la catedral y el majestuoso refugio de la cultura, el Teatro Colón, hospedado donde actualmente funciona el Banco Central de la República Argentina. El edificio fue construido por el Italiano Charles Henri Pellegrini y albergó a la institución hasta 1888. Dos años más tarde, en 1890, el proyecto impulsado por Angelo Ferrari, reconocido empresario de Opera italiano, junto al arquitecto e ingeniero, también de origen italiano, Francesco Tamburini, se concreta luego de ser adjudicados en una licitación pública para la construcción del nuevo edificio que albergará durante 111 años al teatro más importante del mundo.

Originalmente, los terrenos escogidos para su construcción se encontraban en la intersección de Avenida Rivadavia y Entre Ríos, luego de que fueran asignados a la construcción del Congreso Nacional, la manzana frente a Plaza Lavalle fue adquirida para comenzar las obras. ¡En EntradaFan tenemos Teatro Colon entradas para vos! Vas a poder acceder a los mejores recitales de Buenos Aires.

La obra fue dirigida por Tamburini hasta su muerte a finales de 1890, su colaborador, el arquitecto Meano, prosiguió con el proyecto introduciendo algunos cambios notables que moldearon la estructura de manera significativa hasta el año 1904 cuando fue asesinado. Luego de la muerte de sus dos arquitectos principales, ambos fallecidos a la edad de 44, los rumores de una maldición que habitaba el edifico impulsaban la intención de demolerlo mientras que hacían, a la vez, muy difícil el reemplazo de Meano. Finalmente, este último fue suplantado por el belga Juan Dormal a quien le debemos el detalle de sus interiores, y el logro inaugural.

Su aspecto exterior de estilo griego, la impronta alemana en sus sólidos cimientos, el formato italiano que representa la ópera misma, y su estilo de abundancia francesa han caracterizado la obra como una de las más eclécticas del siglo XIX/XX. Este imperio de la cultura se tomó 20 años en estar listo y bajo el simbolismo de la independencia se lució en todo su esplendor para recibir Aída, de Giuseppe Verdi, interpretada por Lucía Crestani y Amadeo Bassi la noche del 25 de Mayo de 1908.

8.200 metros, transformados en 58.000 m2, fueron dispuestos para el proyecto y atesoran una de las maravillas de la cultura universal. El dorado y escarlata sumergen a la sala principal en un intenso sentido de la pasión y la tragedia que los 28 metros de altura, de su sala principal, elevan hasta llegar a la cúpula, cuyo diseño y construcción original fue de Marcelo Jambón con la ayuda de Jean Baptiste Edouard Detaille. Las pinturas fueron realizadas en París y representaban al dios Apolo en un carro tirado por cuatro corceles blancos, presidiendo un cortejo de musas. Esta obra de arte se preservó hasta los años 30, cuando luego de haber colocado bloques de hielo para un baile de carnaval, fue dañada por filtraciones de humedad. Siendo reconstruida en 1966 por Raúl Soldi quién trabajó en su creación en el piso 11 del Teatro San Martín y se inspiró en Antiguas Danzas y Aires, de Ottorino Respighi. Finalmente luego de varios meses, Soldi, que se rehusó a recibir honorarios por su trabajo, dejó la cúpula esplendorosa para hacerle honor a la araña central de 7 metros de diámetro y más de 1 tonelada de peso, que sostiene más de 700 focos de luz cálida que dan vida a los 7 pisos donde se ubican 2487 privilegiados que presencian un escenario de 34 metros de ancho y 35 metros de fondo. ¡Las entradas para el Teatro Colón ya están a la venta con los mejores precios!

El Teatro Colón ha sumado valor agregado a lo largo de los años, la incorporación de tecnología para su mantenimiento y desarrollo ha sido uno de los aportes fundamentales de los últimos años. El sistema automático de izaje de la araña principal fue incorporado en la década del 80 para facilitar la limpieza y mantenimiento de la misma, mientras que, la modernización en el sector de parrillas colabora en el giro de la plataforma central para el rápido cambio escenográfico.

Pero no todo es visual en este paraíso, la calidad acústica excepcional es reconocida como una de las más perfectas del mundo. El foso de orquesta dispone de una capacidad para 120 músicos que le dan sentido a la Ópera. Entre la cúpula y la araña principal existe un lugar diagramado, específicamente, para la ubicación de músicos e instrumentos que emulan sonidos angelicales. Todo ello es acompañado por el fabuloso diseño de herradura de la sala que transmite el sonido de una manera inigualable. Cada material utilizado para su construcción, cada pieza colocada para su ornamentación, cada línea de diseño ha sido pensado técnicamente para mantener el equilibrio del sonido, y que dio el resultado deseado, ya que en 2010, el Teatro Colón recibió el primer lugar internacional en acústica para ópera. Conocé los recitales Teatro Colon con la cartelera 2020 que tenemos para vos.

En 1988 el teatro cerró parcialmente sus puertas con la excusa de una necesidad de reformas técnicas, mientras que, la hiperinflación que atravesaba el país, hacían la difícil manutención de entidades culturales, incluyendo también, al glorioso Teatro Colón. Los 90 fueron aún más crudos teniendo en cuenta el contexto internacional, sin embargo, fue un buen momento para la producción local, y el surgimiento de talentos argentinos.

Su último proceso de recuperación y restauración se dio entre 2007 y 2010. La obra estuvo a cargo del Ministerio de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Buenos Aires. Su reapertura, en el marco de los festejos del Bicentenario, dieron paso a una nueva era de acercamiento del teatro al público en general. En algunos casos, con fuertes críticas, la invitación de artistas modernos, alejados del arte culto, han sido parte de esta época tratando de incentivar a las nuevas generaciones a visitar el especio, mientras que la necesidad de recaudación se hace necesaria para su gasto fijo. ¡Comprá entradas Teatro Colón y conocé este histórico teatro!

Así, con 111 años de excelencia, el Teatro Colón, sello inquebrantable de la historia Argentina, ha recibido, a lo largo de los años, a Richard Strauss, Igor Stravinsky, María Callas, Placido Domingo, Daniel Barenboim y Astor Piazzolla, entre cientos de otros nombres que se pierden en los pasillos del edificio ubicado frente a Plaza Lavalle y que es, hoy en día, el Teatro más importante del mundo.

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